En la dinámica urbana de Palmira, existe un ejército silencioso que mueve la ciudad a diario: los moteros trabajadores. Son aquellos que reparten domicilios a las primeras horas, llevan a sus hijos al colegio antes de su jornada, trabajan sobre el desgaste físico y sin garantías laborales. Muchos lo hacen en condiciones límite: sin parqueaderos dignos, sin acceso a baños y bajo presión constante. Sin embargo, siguen rodando porque su moto no es solo un vehículo… es su forma de ganarse la vida.

Según datos del estudio “Las motocicletas en Colombia: aliadas del desarrollo del país” presentado por ANDI, el 33,8 % de los dueños de motos las usan para trabajar o rebuscarse el día a día, y el 12,9 % las usa exclusivamente con fines laborales. Adicionalmente, un análisis de movilidad refleja que el 38,1 % de los motociclistas son independientes que utilizan su moto como herramienta de trabajo diaria

Estas cifras cobran especial relevancia en ciudades como Palmira, donde el desplazamiento eficiente es vital para muchos flujos económicos. Aunque no hay datos oficiales locales, se estima que buena parte de ese porcentaje nacional se repite en Palmira, particularmente entre domiciliarios, mototaxistas y repartidores independientes.

¿Por qué la moto se ha convertido en la principal fuente de empleo?

Los motivos son múltiples:

  • Accesibilidad económica: en 2024 se registraron más de 601 nuevas motocicletas en Colombia, un aumento del 20% frente a 2023, y un promedio mensual de ventas cercanas a 67.000 unidades. El Valle del Cauca, junto con Antioquia y Cundinamarca, concentra un alto porcentaje de esas compras.
  • Eficiencia en desplazamiento: la moto ofrece agilidad, bajo consumo de combustible y facilidad para moverse en tráfico pesado.
  • Flexibilidad laboral: permite jornadas variadas, ingresos autónomos y respuesta rápida a las demandas.
  • En hogares de estratos 1, 2 y 3 especialmente, el 91 % de los nuevos compradores provienen de estos segmentos socioeconómicos

Palmira se revitaliza cada día gracias a estas motos que conectan barrios, servicios y productos con eficiencia. Sin embargo, esta informalidad laboral exige reconocimiento, condiciones dignas y seguridad vial para quienes sostienen la ciudad con su esfuerzo.

El riesgo latente: mortalidad laboral sobre ruedas

La informalidad tiene un precio alto. Este año más de 3.800 motociclistas han fallecido en siniestros viales en Colombia, gran parte de ellos hombres que trabajaban en moto. Muchos eran jóvenes, cabezas de hogar que trabajaban largas jornadas sobre dos ruedas.

  • En 2023, 14 personas perdieron la vida cada día en una moto, representando el 60 % del total de muertes viales diarias en el país.
  • Solo en enero de 2025 se matricularon 451 motos nuevas (un 30,8 % más que en enero de 2024); y en marzo se alcanzaron 84.226 unidades nuevas, lo cual indica un crecimiento del 45,8 % en un año.

El panorama deja claro que este crecimiento del parque vehicular debe ir acompañado de políticas que protejan al motero como trabajador, no como infractor.

Este blog quiere rendir homenaje a los moteros que trabajan sobre dos ruedas: ustedes que llevan a Palmira en cada viaje, que con sol o lluvia no dejan de rodar. La moto es su herramienta, sí, pero también su medio de vida. Y como tal, merece respeto y protección.

Palmira gira gracias a ustedes: los moteros trabajadores. Y aunque la carretera es su territorio, no deberían recorrerla solos ni sin respaldo. Ustedes representan el rostro real de la economía urbana: miles de viajes, miles de historias, miles de hogares que dependen del motor.  En Palmimotos CDA, honramos tu labor y te ofrecemos protección y profesionalismo cada vez que traes tu moto.
 Porque mientras tú trabajas sobre dos ruedas, nosotros trabajamos por tu seguridad.